Francisco Escate ( Perú)
Raquel, me contó sobre el horrible episodio que tuvo que vivir tras el fallecimiento de su suegra.Hace ya unos años ella y su marido tuvieron que mudarse con la anciana para cuidarla debido a su avanzada edad; Raquel y ella nunca se habian llevado bien del todo pero el vivir juntas se volvió insoportable, la anciana criticaba cada cosa que Raquel hacía o dejaba de hacer; La forma en que vestía, como se peinaba, como limpiaba, si hablaba esto o aquello...todo. La anciana al parecer disfrutaba persiguiendo y martirizando a Raquel a cada instante, hasta el punto en que mi amiga empezó a desear de una vez por todas que su suegra salga de sus vidas.
Y la vieja se murió, fue una conmoción para toda la familia, el esposo de Raquel se deprimió muchísimo, y ella, a pesar de su natural alivio, tuvo que hacerse cargo de las pompas fúnebres; aunque en realidad, muy en el fondo, Raquel se sentía mal porque nunca pudo llevarse bien con la anciana.
Como dos semanas después del velorio comenzaron a pasar extrañas cosas en la casa, Raquel sentía la presencia de la anciana por todos lados, llegó hasta a escuchar sus pasos en las habitaciones continuas y su tos rasposa en el baño cuando no había nadie más que ella misma en toda la casa. Una noche, mientras dormía, Raquel sintió la mirada de alguien al pie de la cama, de pronto sintió una gran presión sobre todo su cuerpo que no la dejaba mover ni un músculo, y sobre su cabeza sintió la huesuda mano de su suegra acariciando su cabello. Raquel quería gritar pero su voz no salía, quería girar la cabeza para ver a su esposo pero todo su cuerpo estaba inerte bajo una sombra negra que no podía ser otra más que la de la anciana, hasta que al fin la sombra desapareció.
Esto pasó una y otra vez durante semanas, cada dos o tres noches, Raquel sufría esta horrible experiencia, y no sabía si era real o solo una pesadilla, ¿Su suegra venía justo a ella y acariciaba su cabello? su esposo no le creía, y nadie podía ayudarla, hasta que alguien le aconsejó que lo que tenía que hacer era relajarse y enfrentar a su suegra, si se relajaba lo suficiente podría moverse y averiguar porqué había vuelto, qué quería decirle.
Al principio Raquel pensó que sería imposible, sin embargo decidió intentarlo para volver a conciliar el sueño, Así cuando esa noche Raquel sintió esa gran presión sobre su cuerpo, en vez de desesperarse relajó sus músculos y su respiración, abrió los ojos y vio la oscura sombra de su suegra sobre ella acariciando su cabello y presionando todo su cuerpo... Raquel, presa del miedo pero decidida, abrió los labios y susurró lo más alto que pudo -¿Qué es lo que quieres decirme?-
Su suegra sin soltar su cabello acercó su espectral cara al rostro de Raquel y suavemente, susurró a su oído...
-Ese tinte no te queda...-
¡La vieja maldita había vuelto del infierno para criticarle el tinte!; Yo jamás me creí esa historia pero sé que Raquel nunca más sintió la presencia de su suegra en la casa aunque ahora usa su color natural de cabello.
Monday, April 5, 2010
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